Colombia es un país lleno de grandes bondades; que no tienen otros países del mundo tanto en el tema de plantas, animales, agua, naturaleza, población, ubicación geográfica, abundancia en sus dos mares y una población con una alta creatividad y capacidad de trabajo valorada en el mundo; como el caso los ciclistas, tenistas, futbolistas, bicicrosistas, patinadores, nadadores, exploradores, científicos, artistas, cineastas, músicos, escritores, pintores, escultores, entre otros, quienes han logrado limpiar esa mala imagen creada por los medios y aquellos colombianos que actúan mal en el exterior.
Pero si queremos tener un país de progreso y desarrollo para las 14.2 millones de hogares se debe enfrentar la corrupción que es el peor mal que afecta a todos los colombianos desmejorando la calidad de vida de cada persona. Donde el corrupto roba hace daño y sigue como si nada; ocupando otro puesto o en la carrera política, eso no puede seguir ocurriendo en Colombia. El cinismo de lo ocurrido con la vía al llano, la corrupción de Odebrecht, el robo a Bogotá, el escándalo de los Centros Poblados por valor de 1.02 billones que involucra la ministra de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones Karen Abudinen.
Las personas que sacan la basura y la tiran en una esquina, en la avenida o el alto número de motociclista o domicilio que no respetan los semáforos en rojos y atropellan a quien se meta en su camino, quien actúa mal debe ser castigado con todo el rigor de la ley, sin importar si la corrupción viene la derecha, izquierda o del centro. El país requiere disciplina no la anarquía que se vive hoy por los malos gobiernos donde todo está permitido, ningún país o persona con indisciplina logra nada, quien hace el mal o es corrupto debe recibir todo el rigor de la ley no puede haber prebenda ni rebajas para el corrupto.
El país tiene una impunidad de 99 %, donde el 70 % de las personas no denuncian por desconfianza con la justicia. La mayoría de personas no le creen a la justicia Colombiana, de cada 10 delincuentes capturados 3 quedan libres, según el Centro de Estudios y Análisis en Convivencia y Seguridad Ciudadana la injusticia en Colombia ha llevado a la cultura de ‘ojo por ojo, diente por diente’. El 30 % de la población prefiere cobrar venganza frente a un delito, antes que denunciar. La solución no es aumentando jueces, ni crear solo leyes, normas y castigos que no se cumplen; es básico que desde la infancia y el colegio se cree la necesidad de portarse bien, no como un delincuente. Desde que se creó el Congreso se han expedido 5.967.000 leyes que no se cumplen. Lo cual ha llevado a tener 118.443 reclusos entre los 18 y 45 años. Hoy tenemos una reforma hecha a la medida para proteger al congresista investigado o condenado por actos de corrupción.
¿Sera que la culpa la tenemos cada uno de nosotros por votar mal?
Humberto Duran Vera
www.humbertoduranvera.org