Hace 20 años EE.UU la superpotencia económica, tecnológica y militar invadía a Afganistán con una excusa de buscar a Osama Bin Laden el terrorista que había derribado las torres gemelas símbolo económico del país. Una guerra totalmente desigual el país con el ejército más poderosos del mundo con 1.4 millones de soldados activos y 1.5 millones de personal adicional en siete compañías de reserva donde (456.000 de ellos hacen parte de la guardia nacional).
Con un presupuesto de 115 mil millones de dólares, que nuevamente vuelve a perder una guerra. Una guerra entre David y Goliat; Afganistán es un país con 38 millones de habitantes y estados unidos 329 millones. Es un país que se ha ganado el nombre del cementerio de los imperios; en los últimos 180 años han caído tres imperios en 1919 el Imperio Británico, en 1979 la Unión Soviética y en el 2021 EE.UU. Es un lugar difícil, una nación compleja con infraestructura pobre, un desarrollo limitado y sin salida al mar, aunque fue invadido por los persas, los mongoles y Alejandro Magno. Donde sus habitantes son los menos endeudados del mundo, donde las libertades para las mujeres son afectada por el machismo y la aplicación de las leyes al pie de la letra del Corán y que tienen el más bajo nivel y calidad de vida.
Su interés radicara para para potencias en su riqueza minera que está en las reservas de bauxita, cobre, hierro, litio y tierras raras según informe (USGS). Un poder que buscaran obtener Rusia, China, Irán, Pakistán, EE.UU y que seguramente fortalecerán los lazos comerciales de China quien no le importa intervenir en el país si no hacer negocios. Guerra de 20 años que genero 2.500 soldados muertos a diferencia de la II guerra mundial donde perdieron la vida 116 mil, Vietnam 58 mil y la guerra de Corea 36 mil muertos. Una guerra que costó 800 mil millones de dólares donde la imagen de estados unidos, la OTAN y la los países que hicieron parte de la coalición queda afectada. Un colapso generado en el mal gobierno de Donald Trump con una negociación fallida con los talibanes en el 2020 y su anuncio de la retirada de tropas, donde a Joe Biden solo le toco cumplir con la retirada dispuesta en el gobierno anterior.
Una situación compara con lo que puede pasar con las grandes empresas y el riesgo que genera el cambio y la incertidumbre en el mercado donde todos los días hay nuevos productos, empresas y procesos que ni siquiera se conocen en el país o la región en muchos casos creadas por todo tipo de emprendedores que vuelven pedazos el imperio que fueron hace años algunas marcas u organizaciones.
La importancia de conocer el territorio y tener el mejor talento humano sin importar edad nos lleva a tener una ventaja competitiva que permite sobrevivir en el mercado o simplemente por la miopía una empresa desaparece sin pena ni gloria. ¿Qué podemos aprender de lo ocurrido en Afganistán?.
Humberto Duran Vera
www.humbertoduranvera.org