¡No hay agua!

Con la emergencia ocurrida la semana pasada por la falta de agua para alimentarse bañarse y demás necesidades básicas en la ciudad de Armenia, se pudo ver el desespero la preocupación y la necesidad de la población, la cual se hizo visible al transcurrir las horas y no poder tener ni una gota de agua, las horas se hacían interminables y cada momento era más crítico en cada hogar y barrio, los tanques se vaciaban y la palabra más común en escuchar era, ¡no hay agua y no sabemos hasta cuándo!

La necesidad de tener el líquido en los hogares, o las empresas, llevó a las personas a buscarlo en la quebrada más cercana a su barrio, el río Quindío se vio inundado de personas bañándose o llevando agua en cualquier recipiente, tanto a pie o en carros, lo importante era llevarla. Esa misma agua que llevaban y que se usó ese día, es la misma que los armenios contaminan con la basura, cuando que se tira al afluente más cercano. La misma a la que las personas en los carros, carretas o a pie llevan la basura que no sacan el día que pasa la ruta, la misma agua que destruyen las constructoras que hacen urbanizaciones a la orilla de los ríos, la misma agua a la que algunos dueños de fincas llevan sus carros llenos de basura y botan, la misma donde se tiran colchones sillones o desperdicios de construcción. La misma agua que es contaminada con el alcantarillado de los municipios, desde hace muchos años, como forma fácil para salir de ella. Esa es la misma agua que se bebió ese día con la que las personas se alimentaron y asearon, ya que el cuerpo humano está compuesto en un 60% de agua, el cerebro 70%, la sangre en un 80% y los pulmones un 90% y sin ella moriría. El ser humano lo entiende y sin importar de dónde venga, si viene negra, amarilla, sucia, lo único que le importa es beberla para sobrevivir, lo vemos en lugares como Marruecos, Libia, Argelia, Malí o La Guajira. Ante la situación debemos felicitar el excelente trabajo del cuerpo de bomberos de Armenia y EPA, para resolver tan crítica situación, tenemos en lo público excelentes entidades que compiten al mismo nivel, o mejor que las privadas. Qué triste que tengamos que llegar a una situación así, para poder entender la importancia de los recursos naturales, que este momento sirva a todos, como una experiencia a no repetir. El agua es clave en la supervivencia y el desarrollo empresarial de una región.

¿O usted qué piensa?


Humberto Durán Vera
Administrador de Empresas - Especialista en Gerencia y Mercadeo
Magister en Gerencia del Talento Humano
Autor del libro: De empleado a empresario www.humbertoduranvera.org


www.humbertoduranvera.org
email:humbertoduran@negociosyprofesionales.com

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